En Villamorey el visitante podrá disfrutar de la esencia misma de la vida en el campo, pudiendo contemplar actividades que según la época del año siguen realizando los lugareños de igual
forma que lo hacían sus antepasados: cuidado del ganado, ordeño manual de las vacas (“catar”),
secado y recogida de la hierba en verano, recolección de la manzana o la castaña en Otoño
o siembra de los pequeños huertos para propio abastecimiento, entre otras.
En el pueblo se podrán ver construcciones originales y típicas de la zona rural Asturiana: casas con
galería y corredores, hórreos, paredes de piedras, lavadero público o el molino del agua recién
restaurado.
Su tranquilidad nos permitirá por las noches dormirnos con el sonido del discurrir del río Alba y
despertarnos por la mañana con el canto de algún gallo al amanecer.
Está situado estratégicamente para hacer rutas de montaña o senderismo partiendo desde el mismo
La Ruta del Torrexón (fortificación situada en lo alto de Villamorey) a la que se accede por una
senda con vistas preciosas al embalse de Rioseco. La Ruta del Castañero Montés, La Ruta del
Crespón, La Ruta de La Calzada Romana o La Ruta del Alba por citar algunas.
En Rioseco, capital del concejo se pueden visitar La casa del agua o el observatorio de aves ubicado
en el embalse.
La situación estratégica en la zona centro Oriental de Asturias permitirá en poco tiempo en coche
visitar cualquier parte de la región.
Todo este entorno unido con una rica gastronomía destacando como platos típicos “La Fabada”,
“El cabritu con patatinos” o “Los Bartolos y casadielles” hará que el viajero disfrute tanto de su
estancia que se vaya añorando siempre, el volver.